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Jon 3:4 Jonás entró en la ciudad, y durante todo un día estuvo anunciando: «¡Dentro de cuarenta días Dios va a destruir esta ciudad!»
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Jon 3:5 Entonces toda la gente de Nínive dejó de hacer lo malo y decidió obedecer sólo a Dios. Y como querían demostrar que deseaban cambiar su manera de vivir, se pusieron ropa de tela áspera y ayunaron. Todos ellos, desde el más rico hasta el más pobre, no comieron nada ese día.
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Jon 3:6 Cuando el rey de Nínive supo esto, se levantó de su trono. Luego se quitó sus ropas finas, se puso ropas ásperas, y se sentó en el suelo. Todo esto lo hizo en señal de humildad ante Dios.n Jon 3:7 De inmediato el rey envió un anuncio a toda la gente de Nínive:n «Esta es una orden del rey y de sus ministros: Que nadie coma nada. Se prohíbe que la gente, las vacas y las ovejas coman o beban.n Jon 3:8 Todo el mundo está obligado a ponerse ropas ásperas, y deberán cubrir los animales con mantas ásperas.
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»Además, les pedimos a todos ustedes que oren a Dios con todas sus fuerzas, que dejen de hacer lo malo, y que ya no se peleen ni maltraten a nadie.n Jon 3:9 Si dejamos de hacer lo malo, tal vez a Dios se le pase el enojo, y no nos destruirá».
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Jon 3:10 Y al ver que toda la gente de Nínive dejó de hacer lo malo, Dios decidió no destruirlos.n BLS
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La ciudad de Nínive, fue una ciudad muy mala, una ciudad, donde se movía el pecado con toda libertad, pero sobre todo era un pueblo enemigo del pueblo de Dios y que siempre que los atacaba lo hacían con crueldad.n Ese pecado llego hasta la presencia de Dios y Dios decide destruirla.n Pero Dios tiene un plan de salvación, enviar a su profeta, a anunciarles que su ciudad seria destruida.n Vemos en estos versículos, como el arrepentimiento llega a los corazones de los ninivitas, de tal manera que hasta los animales ayunaron y se humillaron ante Dios. Provocando así un cambio en la decisión de Dios. Y Dios decide finalmente perdonarlos.n Hoy en día el pecado de igual manera en nuestro país ha llegado a tal magnitud, que si estuviéramos en tiempos de Nínive, ya nos hubieran destruido. Pero así como en aquel tiempo, hoy Dios tiene un plan de salvación para nosotros y así evitar irnos al infierno.n Ese plan de salvación se culminó hace 2000 años con la crucifixión de Jesucristo para morir por nuestros pecados y resucitar al tercer día para darnos vida eterna y perdonar nuestros pecados.
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Y estas nuevas de salvación son predicadas por todo el mundo a través de aquellos que ya han tenido un encuentro personal con Jesucristo, solo necesitas una cosa para alcanzar el perdón: arrepentimiento.